Desde la Concejalía de Personal, con el beneplácito del Sr. Alcalde, la concejala responsable hace y deshace a su antojo la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) para transformar las plazas de más alto nivel a imagen y semejanza del Partido Popular, no teniendo ningún escrúpulo en modificar un puesto, las veces que sea necesario, para que pueda entrar la persona que ellos quieren, rodeándose de esta forma de funcionarios ya pensados de antemano antes de sacar la plaza, y muchas veces hasta dados a conocer en la prensa. 

Cuando todos los trabajadores de Ayuntamiento tienen congelado su salario -se sigue diciendo desde el Grupo Municipal Socialista- a la concejala no le duelen prendas en subir, cuando "le place" los complementos a distintos puestos de alto nivel, como ha sucedido el mes anterior con el jefe de Bomberos y el intendente de la Policía Municipal. 

Otro ejemplo de esta forma de hacer "política" es la adjudicación mediante el procedimiento de libre designación de otro puesto de jefe de Servicio, en esta ocasión del de Cultura. “Lejos queda este comportamiento de una planificación ordenada de puestos y salarios; actuándose a capricho, creándose las plazas para ser adjudicadas "a dedo" con los complementos que se estimen en cada momento, sin realizar una valoración seria y realista de la plantilla y sin especificar los costes salariales que debe tener”, se añade desde el PSOE.

Una vez más, se deja patente la politización constante de la Administración que lleva a cabo el Partido Popular. La política de libre designación no es más que su voluntad de tener funcionarios en el primer nivel “que acatarán sus caprichos y no podrán emitir, trabajar y actuar buscando la eficacia, la eficiencia, lo racional y el interés público”.

La concejala de Personal, actuando de esta forma, sigue menospreciando al profesional municipal, cuando vuelve a abrir la puerta para traer al funcionario que “le da la gana” de otras administraciones y sigue menospreciando la negociación y a la representación social cuando vuelve a traer propuestas sin negociar o con el voto en contra de la representación de los trabajadores. 

Esta actitud desordenada y "porque lo digo yo" perjudica claramente al propio consistorio, a todos los ciudadanos y a los trabajadores municipales que desconocen que nuevo vaivén les espera. “Importa más un jefe de Servicio afín, que un jefe de Servicio capaz”, concluyen los socialistas.